Silencio habitado
El silencio no está vacío.
Es un lugar donde algo más respira.
Cuando el mundo se apaga, no desaparece:
se transforma en presencia invisible.
Ahí, en lo inmóvil, comienzan a emerger ideas que no sabías que tenías.
Pensamientos que no son repetición,
sino descubrimiento.
El silencio no es la ausencia del sonido,
sino el espacio que abre paso a lo que realmente importa.