Lo que se rompe sin romperse
A veces, lo que más duele
es lo que sigue ahí,
pero ya no encaja.
Una palabra que ya no significa,
una presencia que ya no abriga,
una imagen que no calma.
Y sin embargo,
todo sigue en su sitio.
Como si el dolor fuera
la forma invisible de un quiebre
que solo tú puedes ver.