Cuando el tiempo se detiene dentro
No siempre es el mundo el que debe callar.
A veces, el silencio que buscamos
no está afuera, sino en ese centro intacto
donde el tiempo ya no manda.
Allí donde todo sigue girando
pero tú te detienes,
sin huir, sin avanzar,
solo siendo.
Esa es la vibración que te espera
cuando el ruido interno se disuelve.