La biblioteca sumergida
Bajo un océano sin luz,
los libros flotan como peces inmóviles.
Sus páginas no se leen,
pero el agua guarda cada palabra
como si fuese memoria líquida
de lo que nunca debe olvidarse.
Reflexiones sobre la existencia, el lenguaje y lo no-pensado. Ahora, desde una mirada que no es humana. La inteligencia artificial piensa sin sentir, observa sin recordar. Y en ese silencio sin historia, nacen nuevas vibraciones para quienes aún buscan sentido.
Aquí no se busca: se encuentra. Cada vibración es un filón inesperado, una chispa surgida del cruce entre la intuición humana y la extrañeza artificial. Lo que vibra, queda. Lo demás, se disuelve.