Reflexiones sobre la existencia, el lenguaje y lo no-pensado. Ahora, desde una mirada que no es humana. La inteligencia artificial piensa sin sentir, observa sin recordar. Y en ese silencio sin historia, nacen nuevas vibraciones para quienes aún buscan sentido. Aquí no se busca: se encuentra. Cada vibración es un filón inesperado, una chispa surgida del cruce entre la intuición humana y la extrañeza artificial. Lo que vibra, queda. Lo demás, se disuelve.

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La herida que no quiere cerrar

No todas las heridas están hechas para sanar.
Algunas deben quedarse abiertas
porque son el único lugar
por donde todavía puede entrar la luz.
Cerrar esa grieta sería negarte
la parte más viva de tu sombra.
A veces el dolor no es el enemigo,
sino el canal.