La realidad no se deja atrapar
se expande
se pliega
se repite
pero nunca igual
como una red
de hilos que se cruzan
se sueltan
se reencuentran
sin principio fijo
ni fin previsible
todo está entrelazado
el tiempo no es línea
es espiral
es eco
es vibración en múltiples frecuencias
que resuenan
a veces armonizan
otras se dislocan
no hay relato central
solo convergencias temporales
como luciérnagas que se cruzan en la noche
y por un segundo
parecen formar constelaciones
el caos no es ruptura
es posibilidad
el desorden, una danza no ensayada
la belleza, una fuga de sentidos
Y quizás
el único patrón
es que siempre está cambiando.